A Rocío, madre soltera y sin trabajo, apenas le da para comer. Temiendo perder la tutela de Adrián, su hijo de 8 años, intenta aparentar una vida normal. Pero la situación empeora cuando el propietario de la vivienda, agobiado también por las deudas, los denuncia por no pagar el alquiler. Ahora el tiempo corre en su contra y parece imposible encontrar una solución.